Historia de la cerveza: orígenes y proliferación en tierras mexicanas
No importa el status social, el sexo, la religión o el país de origen. En muchas partes del mundo, la cerveza artesanal o comercial se disfruta desde el desayuno, hasta la cena. Contar la historia de la cerveza en México es un gran desafío. Sin embargo, queremos ofrecerte un pequeño panorama de esta bebida en la antigüedad, a través del tiempo y ahora. Continua leyendo para saber cómo proliferó el gusto y la cultura de la cerveza en tierras mexicanas.
Los orígenes de la cerveza
Es necesario abordar algunos datos históricos para un mejor entendimiento de la industria cervecera y su proliferación en tierras mexicanas. La cerveza es una de las bebidas más antiguas de las que se tiene conocimiento. Los primeros en elaborarla fueron los sumerios hace aproximadamente 9 mil años en la zona que hoy ocupa Irak. Posteriormente, los intercambios comerciales y culturales llevaron la cerveza a Egipto, donde comenzó a prepararse con cebada, en lugar de trigo.
En la antigua Grecia el vino no tenía rival y la cerveza, a la que llamaban zythum, era vista no como una bebida sino como un paliativo. El 'zythum' o vino de cebada fue muy popular en la civilización griega.
Durante el Imperio Romano el vino estaba considerado la bebida de la civilización y el progreso. Por su parte, la cerveza era consumida por los bárbaros y los paganos del norte y este de Europa. Esto no fue obstáculo para que en algún momento el gusto por esta bebida se extendiera por el resto del continente. Después de la caída del Imperio Romano la cerveza se consolidó como una de las bebidas más importantes. Entre los siglos XI y XII las principales ciudades europeas contaban con pequeñas fábricas artesanales dirigidas por maestros cerveceros.
La cerveza vivió un momento de esplendor durante la Edad Media. Si bien todas las cervezas comparten la misma elaboración con agua, cebada, lúpulo y levadura, es en esta época cuando obtuvo su forma actual.
El consumo de cerveza empezó a ser importante durante la Edad Media gracias a la incorporación de la malta, que no es otra cosa que cebada seca y tostada. Como resultado, fue posible empezar a elaborar diferentes tipos o estilos de cerveza.

Durante el Medievo los grandes productores y expendedores de cerveza se encontraban en los monasterios. Ofrecían hospedaje y alimentos a los peregrinos, quienes la mayoría de las veces preferían la cerveza sobre el vino. Esto se debe no sólo gracias a las propiedades nutritivas y alimenticias de esta bebida, sino al alto costo que el vino representaba. La mayoría de los monasterios localizados en la actual Bélgica y Alemania contaba con al menos tres clases de cerveza.
En los siglos XVII y XVIII en lo que hoy es Alemania, la popularidad de la cerveza fue en aumento. Como resultado, fue el motivo perfecto que originó el festival del Oktoberfest, el cual se realizó por vez primera en 1810 durante la celebración del matrimonio de Luis I de Baviera con la princesa Therese von Sachsen-Hildburghausen.
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La historia de la cerveza mexicana
Entre 1521 y 1523, en la Nueva España, cuando se llevaba las mercancías a los pueblos o ciudades próximas, no excluían la cebada. No obstante, la cerveza no fue la bebida preferida de los nuevos pobladores de la Nueva España. Fieles a sus costumbres, los españoles aseguraban que el vino de uva era un símbolo de civilización y tradición católica, así como parte cultural de la alimentación.
Con frecuencia las clases acomodadas consumían, además del vino, pulque recién elaborado y licores en su mayoría importados de Europa y de las colonias españolas. A veces se podía encontrar barriles de cerveza, aunque en menor cantidad.
El pulque era la bebida más consumida en la Nueva España y fue uno de los legados de los antiguos habitantes de Mesoamérica
La fabricación de cerveza en América Latina se inició formalmente en el siglo XIX. La producción de cerveza en México comenzó a crecer y florecer a fines del siglo XIX. Hoy la cerveza mexicana es de las cervezas que más se producen y más se comercializan en diferentes partes del mundo.

La primera concesión oficial para la elaboración de cervezas al estilo europeo fue otorgada por las autoridades españolas a mediados del siglo XVI. No obstante, a pesar de los intentos de los cerveceros de expandir el negocio y aumentar la oferta de cebada a un precio más bajo, la fuerte regulación y los altos impuestos impuestos de la Nueva España a las cervezas y vinos de producción local obstaculizaron el crecimiento de la industria.
Para el siglo XX la calidad del pulque se vino un poco abajo. Tuvieron que transcurrir casi cuatrocientos años para que la cerveza desbancara a su rival, el pulque. Actualmente, la cerveza es la bebida embriagante preferida en el gusto de los mexicanos.
La cerveza en México después de la Guerra de Independencia y hasta la actualidad
Después de la Guerra de Independencia de México, la producción de cerveza comenzó a florecer en el país. Durante la última parte del siglo XIX una afluencia de inmigrantes alemanes aportó conocimientos y experiencia adicionales al campo. Como resultado, el mercado local se diversificó.
A principios del siglo XX, la cerveza se había convertido en un gran negocio en México. Gran parte se debe a la prohibición en los Estados Unidos en ese momento. Esto dio lugar a un comercio enérgico y rentable de cerveza a lo largo de los pueblos y ciudades fronterizas de México.
Históricamente, la industria cervecera mexicana ha sido muy influenciada por inmigrantes alemanes
Al término de la Revolución Mexicana había más de 35 cervecerías operando en México. La consolidación de la industria cervecera mexicana fue en la década de 1920 y provocó el mercado de la cerveza que vemos en la actualidad. Es decir, las cervecerías independientes fueron absorbidas por el duopolio de cervecerías Grupo Modelo y Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma, que emergieron como los actores dominantes del mercado cervecero mexicano.
La producción de cervezas en masa se hizo realidad y se distribuyeron a nivel nacional. Por su parte, las cervezas menos exitosas desaparecieron del mercado por completo. Las cervecerías más pequeñas que no fueron compradas se vieron obligadas a cerrar porque ya no podían competir…
Las dos grandes cervecerías mexicanas, que a principios del siglo XXI controlaban más del 90% del mercado cervecero mexicano, fueron posteriormente adquiridas por conglomerados internacionales. Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma, cuyas marcas incluyen Sol, Bohemia, Tecate y Carta Blanca, fue vendida a Heineken en 2010. Mientras que Grupo Modelo, que vende las marcas Corona, Modelo y Pacífico, entre otras, fue adquirido por Anheuser-Busch en 2013.
Los enormes presupuestos de marketing y las extensas redes de distribución controladas por estas dos cervecerías garantizan que sus grandes marcas se coloquen a la vanguardia de las opciones de los compradores en todo el país. Sin embargo, los cambios en los hábitos de los consumidores están impulsando un auge de la cerveza artesanal en todo México. Los cerveceros independientes han regresado de manera notable recientemente con marcas innovadoras de cerveza artesanal y lotes cada vez mayores que aparecen regionalmente en tiendas, restaurantes y bares locales.
La mayoría de las cervezas artesanales que se venden hoy en México son lagers, pilsners, cervezas claras y oscuras al estilo de Viena, así como cervezas oscuras de Munich.